Hace unas meses una amiga me pidió que le ayudara a hacer su presupuesto personal. Ella es profesora de primaria de un colegio particular y me decía que como profesora no gana mucho y llega a fin de mes raspando. Quería hacer su presupuesto para ver en que gastos se está excediendo para poder cortarlos. No voy a decir cuanto gana pero pongamos como ejemplo US$ 1,000 dólares mensuales neto para contarles la historia.
– Empecemos haciendo una lista de tus gastos fijos -le dije.
Iniciamos la lista: celular, ropa, comida, taxis, el inglés, el préstamo personal…
Le pregunté si estaba segura si esos eran TODOS sus gastos, me dijo que sí, inclusive incluímos los pagos anuales para que los vaya provisionando mensualmente. Es más, incluimos un presupuesto para sus salidas de fin de semana que me pareció bastante holgado.

– ¿Por cuánto me excedí? -me pregunta
– No te has excedido, te sobran 300 dólares. -le dije
– ¿Qué?!?!?!?!?!?!?! -no lo podía creer.
¿Cómo es posible que a pesar de no ganar mucho, le sobre 300 dólares según el presupuesto pero en la vida real no le alcance el dinero?
Esto ocurre justamente por la falta de planeamiento. Al no tener un presupuesto mensual uno comienza a realizar pequeños gastos y muchas veces gastos tontos, que van sumando y generan una gran cantidad.
Mi amiga ahora sigue al pie de la letra su nuevo presupuesto y con esos 300 dólares que tiene en exceso terminó de pagar su préstamo personal 10 meses antes de lo que indicaba el cronograma. Ahora está juntando para comprarse su primer auto y al cash (un auto de segunda mano por supuesto).
Es muy importante tener un prepuesto mensual, y sobre todo, ser sinceros al hacerlo. Considerar TODOS nuestros gastos incluyendo los que pagamos semestral o anual para provisionarlos (como seguros de vida, anualidades de algún club, etc.), y en caso que realmente no nos alcance, ver la manera de disminuir los gastos y aumentar nuestros ingresos. Debemos ser conscientes y no gastar más de lo que ganamos.